La SUV crossover compacta Nissan Rogue entró en su tercera generación para el año 2021. El modelo que tuvimos a prueba (clic aquí para ver “review” del modelo 2021) nos hizo ver que este pequeño SUV pasó a ser básicamente una versión pequeña de la Nissan Pathfinder en cuanto a la calidad de su construcción y toda la tecnología que ambas comparten.
Comparación Negativa: Rogue vs Rogue Sport
Desde que hicimos la prueba de la Rogue 2021, aparte de subirla a un pedestal como un excelente vehículo, también expresamos que la versión más pequeña que comparte su nombre, la Nissan Rogue Sport (Nissan Qashqai en otros mercados), le hacía mucho daño al modelo Rogue. Este modelo más pequeño que también tuvimos a prueba (clic aquí para ver “review” de la Nissan Qashqai 2017) es el único vehículo de Nissan que hayamos probado que — para ser un vehículo completamente nuevo — tuvo bastantes reacciones negativas. Al año siguiente probamos la Nissan Kicks (clic aquí para ver “review” de la Nissan Kicks ) y ahí nos dimos cuenta que ese era el vehículo ideal para ese segmento.
Afortunadamente ya la Rogue Sport se fue de nuestro mercado y el daño que le hacía a la Rogue no era solamente en comparación de calidad, sino que en los números de ventas, ya que algunas cifras incluían la Rogue y la Rogue Sport como si fuera el mismo modelo, cuando ni siquiera se construyen en el mismo país. Rogue se construye en Japón y en Estados Unidos mientras que Qashqai se hace en China.
Rogue 2022 (clic aquí para ver “review” de la Nissan Rogue 2022)
Regresando a la Rogue original, si bien no hubiese pensado en alguna mejoría al motor de la nueva Rogue, para el año 2022 Nissan le cambió el motor de un 4 cilindros de 2.5 litros – que ya tenía un excelente rendimiento – a uno de 3 cilindros turbo de 1.5 litros con una mayor potencia y mejor eficiencia en combustible. Fuera de este cambio, si se compara la Rogue 2021 vs la 2022, no podemos notar la diferencia a menos que se abra el bonete o se ponga a prueba.
Rogue 2024
Ahora para el 2024, Nissan renueva la estética y la tecnología de la Rogue, manteniendo el exitoso motor de 3 cilindros turbo. Aunque estructuralmente es el mismo vehículo, los cambios en la parte delantera la hacen ver hasta más grande que la versión anterior. Con esta revisión no solo cambió por fuera sino que al entrar a ella nos encontramos con una amplia pantalla de info-entretenimiento de 12.3” con Apple CarPlay inalámbrico, así como Amazon Alexa y Google Assistant integrado en las variantes SL y Platinum.
Con una puntuación de 70 en las recomendaciones de Consumer Report (ver aquí para la evaluación de Consumer Report) la aceleración y la conducción obtuvieron 3 estrellas de 5. Si bien la aceleración con una transmisión CVT nunca es la mejor y no es compatible para autos de alto rendimiento, es la preferida para quienes conducen largas distancias diariamente y además esta tecnología es parte esencial para que la Rogue alcance un rendimiento de combustible combinado de 32 MPG.
La variante Platinum que probamos (tope de línea) cuenta con aros de 19” moonroof panorámico, sistema de sonido Bose, ProPilot Assist (que, entre otras cosas, ayuda a mantener el vehículo controlado en el carril y el frenado), y el Safety Shield 360 de Nissan disponible en todas las variantes de la Rogue.
Tal como hemos mencionado en anteriormente, con la Rogue obtienes una versión pequeña de la Nissan Pathfinder: calidad, tecnología y comodidad, pero con un rendimiento mucho mayor en combustible.
En lo personal, lo único que no prefiero de la Rogue Platinum es el tamaño de los aros, pero no es que no me guste su diseño, sino que para los badenes en nuestras carreteras, esos tipos de aros grande con poco neumático suelen deteriorarse mucho (esto aplica para todos los autos con neumáticos “low-profile”). Aunque no he probado la variante Rock Creek, no tengo duda que esa sería mi selección por sus aros de 17”, su estilo “off-road”, y su tracción total.