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Mazda RX-7: El auto con motor rotativo que cambió “la fiebre”

Cuando los “fiebrús” se reunían en cualquier estacionamiento de un centro comercial o supermercado en horas de la noche, lo más importante no era tener el carro mejor o más caro, sino el que tuviera el mejor motor. Se veían muchos autos grandes de 8 cilindros pero también autos pequeños altamente modificados con motores V8.

Modelos como el Toyota Corolla, el Dodge Colt y Chevrolet Chevette por mencionar algunos podían encontrarse con motores V8 bloque pequeño tanto de Ford como de Chevrolet. Eran autos pequeños muy económicos, aunque hacer la conversión a 8 cilindros podía resultar costosa. Hasta que llegaron los rotativos.

“La fiebre” no era sólo para compartir y hablar de autos. También era el centro de reunión para hacer carreras clandestinas. Los Mazda R100 hasta RX-4 fueron bien recibidos para competir en el mercado de otros compactos japoneses, pero fue el Mazda RX-7 el que hizo la diferencia.

La primera generación del RX-7 (1978–1985) trajo al mercado uno de los deportivos más codiciados de la época. Ni siquiera la versión convertible de la segunda generación tuvo tanto impacto. Muchos de estos carros compitieron y le ganaron a poderosos autos de 8 cilindros porque tenían la peculiaridad de soportar altas revoluciones por minuto. Mientras un 8 cilindros alcanza las 7,000 RPM con dificultad, un rotativo puede alcanzar las 10,000 RPM cómodamente.

La desgracia para muchos que chocaron y perdieron sus RX-7 en carreras clandestinas era la felicidad de otros que compraban los motores para alterar autos compactos de 4 cilindros de pistón. Para la década del 90 no era raro ver una Toyota Starlet con motor rotativo. En la pista de Salinas (Puerto Rico International Speedway) se creó la competencia “Rotores vs Pistones” en 1992 y los fanáticos de ambos tipos de motores han siendo tantos que el evento ha proliferado a otros países como Australia, Estados Unidos, España y Japón entre otros.

Quienes lograron conservar en buen estado esos RX-7 de la primera generación hoy tienen una joya en sus manos. Tal es el caso de Noel Cruz Pastrana. Encontramos a Noel en el 8th. Annual Gathering at Las Americas, la exhibición de autos que se celebra cada enero en Plaza Las Américas.

Allí el estaba exhibiendo un RX-7 Limited Edition de 1983. Para esa época la palabra “limited” en los autos significaba una tirada limitada y no un modelo más caro como se hace ahora. Sólo unos 5,000 de estos autos de edición limitada fueron creados ese año y todos en un tono plateado verdoso llamado “Chateau Silver Metallic” con interiores en color rojo o “red velour luxury” y motor 12A doble rotor.

Cuándo Noel nos habló de la doble capota que trajo el auto primero no entendimos ya que este auto no es descapotable, pero se refería a que trajo sunroof de cristal y de metal. La capota de metal la tiene en su estuche original guardada en el baúl del carro. Este mazda vino de fábrica con aros BBS de 14″ x 5.5″.

En la exhibición de Plaza Las Américas encontramos otros Mazda RX-7, uno de ellos del modelo GSL-SE producido entre 1984-85 con un el motor 13B el cual era más potente que el de años anteriores porque entre otras cosas era alimentado por fuel-injection en lugar de carburador. Más de 470,000 de estos autos fueron producidos con motor fuel-injection exclusivamente para el mercado de Norteamérica.

Noel es también el feliz propietario de un Datsun 710 SSS (Sedan Super Sport) y dice que es aún más raro que su RX-7 limitado pero que ha sido igual de premiado que su RX-7 por su estado original. Estamos deseosos de ver ese Datsun en un próximo auto show

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